martes, 4 de febrero de 2014

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Siete años después

 Venga, tonta. Que ya pasó aquella pesadilla tuya.  Aquella pesadilla constante, en la que él no estaba enamorado de ti, en la que nunca vol...