martes, 31 de enero de 2017

31 de enero...

Va a empezar febrero.
Y qué feo es febrero sin ti, porque este mes era tan importante.
Pero dentro de esa oscuridad general, hay una pequeña luz. Esa luz eres tú. Sigues ahí, apoyándome. Preocupándote de mi, de la misma que siempre piensa que nadie se preocupa por ella.
Animando a la misma que sola se deprime y cree que nadie le va a ayudar.
Sé bien que febrero es feo sin ti...
Aunque lo cierto es que, tal y como eres, tal y como me tratas, febrero empieza a ser más bonito dentro de lo feo que es.
Me alegra y me entristece. Sé que me quedan muchas lágrimas por derramar en este mes que llega, eso es un hecho, lloro hasta por respirar. De hecho hoy, el último día de enero he llorado.
Pero sabes qué es una de las cosas que hacen que febrero sea menos feo? Que sé que cuando llore y tú no estés a mi lado, me lo vas a compensar al verme con uno de esos abrazos tuyos que me envuelven, y esos besos en la cabeza acompañados de un susurro que dice que esté tranquila, que tú siempre vas a estar conmigo para todo.
Sencillamente, me haces feliz; digan lo que digan.

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