martes, 12 de diciembre de 2017

FEMINISMO ♀

¿Conoces el término ''feminazi''? Seguramente lo conozcas. Es muy probable que en algún momento lo hayas utlizado, o quizás no. Pero dime, ¿eres de esas personas que insultan a una mujer tachándola de ''feminista''? ¿Es que acaso no sabes que eso no está considerado un insulto?
Estamos en el siglo XXI, en el año 2017, casi 2018, y este tema sigue siendo polémico. Muy polémico. Resulta que la gente tiene un concepto equivocado del término feminismo y este término equivocado cada vez se está extendiendo más, consiguiendo que gente que no sabe nada del tema piense que el feminismo es un movimiento que hay que evitar y rechazar, considerando que es la antítesis de machismo. ¿Pero sabéis una cosa? Estáis equivocados si creéis eso.
La cultura es fundamental en una buena educación, y toda persona que quiera tener una amplia cultura debería hacerse con conocimientos de diferentes fuentes. El fallo está cuando una persona inteligente se ciñe a las cosas que le dicen.
En el momento en el que una mujer defiende públicamente a otra defendiendo también sus derechos como mujer y reconociendo la inferioridad ante el hombre (desgraciada pero real) es cuando muchos hombres y algunas mujeres atacan a dicha mujer tachándola de feminazi, cuya intención es comer la cabeza a las mujeres y establecer la superioridad de la mujer ante el hombre, añadiendo además prejuicios insultantes a esta.
En este momento es cuando veo principalmente dos cosas muy tristes.
La primera es la continua culpabilización a las mujeres incluso cuando se ayudan entre ellas, con una causa común, que por si no lo sabes el feminismo defiende la equidad y la justicia entre hombres y mujeres, equidad y justicia que aún no existe en España. Porque que las mujeres vayamos por la calle con miedo al ver a un grupo de hombres no es normal; que nuestros sueldos sean menores no es justo; que el 63% de la población española piense que las mujeres no somos capaces de desarrollar tareas científicas de alto nivel no es razonable... Son muchos los factores que prueban esta desigualdad, y aún así hay gente que sigue pensando que todo nos lo inventamos.
La segunda cosa triste es la poca humanidad de algunas personas, la intención de atacar continuamente sin una razón conclusa, simplemente porque sí, porque hay gente a la que le satisface.
Creo que este debería ser un tema enseñado correctamente, en institutos, en casa, para que cada persona escoja el movimiento que quiere seguir, o simplemente ignorar, pero no atacar. Y sobre todo saber en qué consiste cada movimiento, no inventarse conceptos para impugnar algo.
El machismo promueve la superioridad del hombre, el feminismo la igualdad, y el hembrismo promueve la superioridad de la mujer. Es muy sencillo.
Dejad de utilizar términos como feminazi; dejad de comparar un movimiento tan maravilloso como el feminismo con un horrible y pasado holocausto nazi.
Así que, llámame feminista si quieres, me siento orgullosa de serlo, me siento orgullosa de ser una mujer luchadora con principios dispuesta a renunciar a muchas cosas por seguir estos principios, y sobre todo, me siento orgullosa de poder callar a gente machista con mis firmes argumentos, mientras que ellos se harán las víctimas al verse sin juicio alguno.
Y como dice una gran escritora feminista: ''Á(r)mate mujer, inicia la revolución''.
Iniciémosla.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Humanos...

Por qué callarse las cosas? por qué lo hace tanta gente?
Es que acaso no sabéis apreciar lo bonito que es escuchar un ''te quiero''?
Rompiendo el silencio; en medio de un beso; en medio de una sonrisa; interrumpiendo lo que dices...
Pero aún así los humanos somos cobardes.
Las cosas se sienten y se saben, pero de qué sirve si no se comparten?
Grítalo a los cuatro vientos, hazlo saber a quien está esperando oírlo.
Es muy fácil hacer feliz a alguien, consiste en palabras. Palabras específicas, cosas que aunque tú sepas que sientes tienes que hacérselas saber a esa persona, o a esas personas.
No te calles en cuanto a lo que sientes y aprovecha el tiempo que tengas para decir un ''te quiero'' más.
Haz feliz a alguien, porque seguramente te harán feliz a ti.

jueves, 3 de agosto de 2017

''Por qué lo exageras tanto?''

Yo no creo que esté loca, por ahora no. Pero por eso mismamente me molesta mucho que me tomen como tal. No soy mala con nadie, porque me cuesta hacerlo, pero eso no quiere decir que me deje utilizar o que puedas hacer lo que quieras conmigo.
Me enfado cuando tengo que enfadarme lógicamente, y no espero a cambio otra cosa que un ''lo siento'' cundo me hacen enfadar.
Pero hay ciertas cosas que no soporto cuando me enfado.
Está claro que una discusión empieza a serlo con más de una persona, por lo tanto las cosas son complicadas en cuanto a solucionar los problemas.
Soy muy pacífica, pero si me pones de los nervios puedes ir olvidándote. Me encanta que me den la razón, y si no me la dan al principio te puedo asegurar que al final la acabaré teniendo.
Pero cuando me enfado, me gusta hablar las cosas, solucionarlo hablando. Por eso es que odio que me digan ''pues enfádate.''
No hay cosa que me moleste más que eso. Es una estupidez para algunas personas, vale, pero para mi no lo es.Yo lo veo como que a la persona en cuestión le da exactamente igual si me enfado como si no, es decir, que le es indiferente mi situación con esta, vaya.
Pero eso no es todo, luego están las subidas de tono. O eres mi madre, o tú a mi no me vas a regañar.
No aguanto para nada que me chillen, o que me voceen regañándome por algo. Tengo edad suficiente para que la única persona que me humille así sea mi madre, que para eso está.
Y bueno, ya lo último, la gota que colma el vaso, cuando me dicen que lo exagero todo mucho y que no es para tanto.
¿Cómo?
Entiendo que la gente tiene diferentes puntos de vista en las cosas, pero si a mi me molesta algo no me digas que estoy exagerando, porque reviento...
En realidad no me gusta nada discutir con nadie, normal. Pero si discuto, lo hago bien y de forma madura, de tonterías estoy cansada.

domingo, 2 de julio de 2017

Me encantaría poder refugiarme un tiempo de todo. De todo y de todos. Irme de aquí.
Poder cumplir eso que muchos días digo de dejar el móvil, pero que salga bien, porque cuando me lo propongo consigo estar dos minutos máximo sin mirarle con ganas.
Desconectar de todo y no tener que estar esperando un estúpido mensaje, o una frase que nunca voy a leer por muchas ganas que tenga de hacerlo.
Quiero irme porque me estoy empezando a preguntar si ciertas personas tienen un problema conmigo, o soy yo la que tiene un problema. Porque estoy acostumbrada a que siempre soy yo el motivo que destroza todo, pero y si ahora no soy yo?
¿Qué pasa si ahora la que se siente como que nada es igual soy yo?
¿Cómo puedo saber eso?
Yo no me veo capaz de responder las preguntas. Por eso quiero irme, refugiarme.

jueves, 29 de junio de 2017

''Si te hace feliz, ve a por ello''

Qué?
Cada vez que leo esa frase me río.
O sea, ¿que voy a saber si me hace feliz? ¿Voy a saber si a largo plazo me va a hacer feliz? ¿Qué pasa si me destroza?
Hay cosas que pensamos que van a hacernos felices y realmente nos destrozan, sí.
O cosas que nos hacen felices puntualmente pero a largo plazo nos revientan.
O simplemente, que quizás estemos tan subestimados por la gente que nos rodea que no sepamos realmente lo que es ser felices. Que estamos cómodos tal y como estamos, y por no alterar lo cotidiano lo dejamos estar, impidiendo que otras personas que nos pueden aportar real felicidad aparezcan en nuestra vida.
Simplemente, que no hay que tomarse las cosas al pie de la letra y hay que profundizar joder.
Que sí, que es complicado y la mente nos hará malas jugadas, pero me niego a leer y actuar sin pensar.

domingo, 25 de junio de 2017

Siempre la misma historia

Tengo mucho que decirte.
Muchísimas cosas, de verdad. 
No tengo ni idea de como hacerlo, ni sé si realmente lo quiero hacer. Sé que no me lo podré aguantar mucho más.
Le caes bien a todo el mundo, tienes infinidad de amigos y amigas. No me extraña, la verdad.
Eres totalmente increíble, y yo una completa idiota por pensar que me podrías aguantar por siempre.
Pero dejemos eso a un lado.
Como de naturaleza soy una peliculera, voy a demostrarte lo cierto que puede llegar a ser eso.
Me has dado momentos inolvidables, y joder, me duele pensar que llegará el día que no podré hablarte de ellos directamente.
Porque sé que esto es temporal, que solo es una etapa, porque lo noto. El problema es que lo sé pero no hago nada para evitar el dolor que se avecina.
Y sí, todos me lo dicen, pero me da igual porque, aunque no sea mutuo, me importas demasiado y nunca podría despedirme de ti. 
Estoy enfadada, pero no contigo, sino con mi destino. Nuestro destino.
No puedes hacer a nadie sentir o decir cosas que no salen de esa persona, y sé que no coincidimos en lo que deberíamos. Eso me hace guardarme mil cosas, y duele.
Sé que te preocupa, pero no puedo hablarte de ello porque sé que en el momento que te hable de ello te vas a largar, y no podría soportarlo.
Así que sí, se va a quedar en esto, una triste y patética entrada de mi triste y patético blog, la cual tendrá un destinatario anónimo, porque si me conoces bien sabrás que, aunque tengo valor y predisposición para algunas cosas, soy una cobarde.

Todos tenemos miedo a que ciertas cosas sobre nosotros se sepan. O al menos es lo que yo creo.
Tenemos una lista imaginaria llena de cosas secretas y personales que no compartiríamos.
Pero en cierto modo, queremos hacerlas conocer.
Esas cosas que por miedo no decimos, no hablamos. Ya sean palabras, hechos o cualquier otra cosa. Todo lo que nos guardamos.
Y quizás sea por miedo, porque somos cobardes.
A todos nos cuesta hablar de nosotros y de lo más profundo, y a mi la primera. Pero con certeza digo que duele mucho guardarse ciertas palabras o sentimientos por miedo al rechazo, malas miradas, etc.
Porque por experiencia sé que algunas palabras asustan, y te hacen darte cuenta que las has dicho en el momento inapropiado.
Que sí, que todos tenemos esas cosas que no queremos compartir por como reaccionarían los demás, pero joder, ojalá ellos supieran lo mucho que duele guardárselo todo.

miércoles, 26 de abril de 2017

Qué miedo te tengo. Sí, a ti.
Me asustas. Me asusta tu nombre, y también me asusta tu presencia. Me asusta cuando te acercas y me haces sentir que en algún momento estarás conmigo, porque no sé si lo quiero.
Me da miedo ser esclava tuya y hacer estupideces por alguien, por tu culpa. Hacer estupideces y hacerme daño, todo culpa tuya de nuevo. Siempre sueles ser el culpable de todo, lo bueno y lo malo, pero lo bueno siempre termina...
El problema es que aunque te tengo miedo me gusta sentirte.
Pero tú, esa cosa llamada amor, me das mucho miedo.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Era genial. 
Muy cuidadoso con todo lo que hacía. Quería mucho a quien le rodeaba, y no quería reconocer que todas las personas tenemos cosas malas, él sólo veía las cosas buenas. Y es que él si que no tenía ninguna maldad, era el mejor.
Desde el primer momento en que nos conocimos fue de las personas que más me han querido en estos años que llevo aquí. No podría pedir nada más.
Y cómo me gustaba pasar tiempo con él, y salir juntos a pasear sabiendo que él me protegía.
Llegar a su casa y que me recibiera con una sonrisa con un toque de travesura porque él y yo sabíamos que íbamos a pasar un buen día. 
Y ahora te hablo a ti.
No imaginas cómo te echo de menos, porque no lo hago día a día y lo siento mucho en cierta parte, pero cuando me paro a pensar en todo la mayor parte de las veces tú estás en mi recuerdo. Si te soy sincera me gusta pensar que no te has ido para siempre, que sólo es temporal y que te has ido a un largo viaje del cual algún día volverás.
Tampoco sabes cómo me arrepiento de no haber sido consciente de que no quedaba tanto tiempo para perderte. 
Te quiero mucho, de verdad. Me encanta recordar esos enfados que teníamos cuando yo quería poner algo en la tele que a ti no te gustaba, y me escondías el mando. 
Pero es que aunque a veces eras borde conmigo (por cierto, gracias por la faceta de borde que heredé de ti) sé que te encantaba verme llegar diciendo que iba a quedarme a comer.
Hace ya casi dos años que te fuiste. Llevo todo ese tiempo sin verte y la verdad es que no sabes cómo me duele. No era consciente de verdad, de todo lo que tenía contigo y lo mucho que te iba a echar de menos si te ibas. Es de esas cosas que hasta que no te pasan no sabes cómo te vas a sentir.
Te voy a decir una cosa, no sé por qué estoy escribiendo esto, pero me apetecía recordarte un poquito. Te quiero muchísimo y te echo mucho de menos abuelo.

martes, 21 de febrero de 2017

Vámonos!
Vámonos de aquí, de donde todos nos conocen o al menos hacen como que nos conocen. Vámonos lejos de los problemas, vámonos de la vida.
Dime, no sería genial? Desaparecer un tiempo y pasar todo ese tiempo haciendo sencillamente lo que quieras.
Ir a un lugar de ensueño... Yo me iría a Venecia para una eternidad, sin servicio en el móvil contratado para desconectar de todo el mundo. Me iría sola o como excepción me llevaría a mis amigas, pero a las de verdad, a las que yo sé que no me van a fallar. Con mi móvil y mi playlist infinita de Spotify para adentrarme día tras día en mi mundo con los cascos puestos, viendo lo bonita que es Venecia.
Simplemente vámonos, vámonos de este lugar al que estamos hechos y experimentemos cosas nuevas.
Olvidémonos de todo.

martes, 14 de febrero de 2017

14 de febrero.
Hoy es San Valentín. El día de los enamorados.
Estoy tumbada en la cama escuchando una canción de rock clásico, como de costumbre, pensando en todo un poco. En todo lo que tengo que hacer, que no voy a hacer; en mi día de hoy...
La verdad es que este año ha sido diferente. 
Hacía dos años que no pasaba el 14 de febrero sola. Pero es un día más, ¿qué importa?
Tampoco puedo decir que hoy ha sido un día genial, pero no por ser este día.
Todos tenemos malos días, eso está más que claro.
Yo últimamente me encuentro diferente. Ni siquiera tenía muchas ganas de escribir, o más bien imaginación.
Y me he dado cuenta de que siempre hablo de lo mismo. Mi estado de ánimo. 
Simplemente me siento muy débil sin motivo alguno.
De todas formas prefiero dejarlo a un lado. 
Feliz San Valentín.

miércoles, 8 de febrero de 2017

..es complicado

¡Cómo me gustan tus despistes!
Y tus indecisiones.
Mira que a veces soy tonta. Haga lo que haga no sales de mi cabeza.
No quiero que salgas.
Que sí, que lo sé. Soy muy pesada, siempre hablo de lo mismo.
Pero si es que no lo puedo evitar!
Ya sé que tú dices que me gusta 'filosofar', como tu le llamas, y también llevas razón cuando después de leer algo mío te ries y sonriendo me dices que en algunos momentos se me va la cabeza.
No será otra cosa, pero sí, a veces se me va la cabeza. Pero no voy a quejarme, porque es muy mío, y yo muy tuya.
Aunque no creas que soy del todo tuya.
Soy muy tuya y muy mía.
Pero que sí, que ya me vuelvo a ir por las ramas.
Yo también tengo despistes, imperfecciones e indecisiones, Como tú.
Pero me alegra saber que te gustan tanto todas ellas.

martes, 31 de enero de 2017

31 de enero...

Va a empezar febrero.
Y qué feo es febrero sin ti, porque este mes era tan importante.
Pero dentro de esa oscuridad general, hay una pequeña luz. Esa luz eres tú. Sigues ahí, apoyándome. Preocupándote de mi, de la misma que siempre piensa que nadie se preocupa por ella.
Animando a la misma que sola se deprime y cree que nadie le va a ayudar.
Sé bien que febrero es feo sin ti...
Aunque lo cierto es que, tal y como eres, tal y como me tratas, febrero empieza a ser más bonito dentro de lo feo que es.
Me alegra y me entristece. Sé que me quedan muchas lágrimas por derramar en este mes que llega, eso es un hecho, lloro hasta por respirar. De hecho hoy, el último día de enero he llorado.
Pero sabes qué es una de las cosas que hacen que febrero sea menos feo? Que sé que cuando llore y tú no estés a mi lado, me lo vas a compensar al verme con uno de esos abrazos tuyos que me envuelven, y esos besos en la cabeza acompañados de un susurro que dice que esté tranquila, que tú siempre vas a estar conmigo para todo.
Sencillamente, me haces feliz; digan lo que digan.

viernes, 27 de enero de 2017

Estoy cansada de tener miedo.
De tener miedo de que me digan cosas que no quiero escuchar.
De tener miedo de rehacer mi vida en algunos aspectos.
Estoy cansada y hoy me propongo cambiarlo. Sólo quiero ser feliz, rellenar ese huequito que me falta.
No sé como lo voy a hacer, pero no me siento bien dejando las cosas pasar y no haciendo nada desde mi iniciativa.
Quiero leer, quiero conocer gente, quiero salir como una loca; ver las películas más graciosas, también las más románticas e hincharme a llorar con mis amigas al mismo tiempo que nos partimos de risa por lo ridículas que parecemos.
En resumen quiero vivir, y hasta ahora desde hace un tiempo no lo he estado haciendo todo lo que puedo.
NO puedo decir que no tendré miedo de nada, pero puedo decir que intentaré no tenerle miedo a nada.
No quiero tener miedo. Me aterra tener miedo.

lunes, 23 de enero de 2017

Claro que estamos aquí para algo. Pero para qué?
Y por qué a veces las cosas son tan complicadas a largo plazo?
Y por qué cuando nos proponemos olvidar algo empezamos a pensarlo mucho más?
Me gustaría entender la mente humana y sus excepciones. Por qué somos tan complejos los humanos?
Yo lo veo todo difícil. 
En cuanto a saber algo con certeza, ultimamente para mi es imposible.
En cuanto a ser feliz, hace bastantes meses que dejé de serlo del todo y ese huequecito no se rellena. Aunque en parte tengo miedo de que ese huequecito se rellene, porque puede volver a desmoronarse y llevarse con el una mayor parte de mi pequeña y actual felicidad.
Todos los humanos queremos principalmente vivir bien, ser felices y aprovechar la vida al máximo.
Pero qué más da lo que queramos si no se cumple tan fácilmente..
O es que quizás queremos cosas que no son tan alcanzables como parecen.
Yo, como siempre, acabo la entrada sin concluir en nada fijo, pero la idea está aquí.
Nuestro cerebro es muy complejo, y nosotros aún más.

martes, 17 de enero de 2017

Últimamente estoy teniendo mala suerte en algo. Se repite una y otra vez.
La cosa es que últimamente tengo la necesidad de elegir entre dos cosas. Y con esto se puede pensar que es una tontería o no tiene importancia. Bueno pues sí que la tiene.
¿Por qué?
Pues resulta que las alternativas que se me ponen delante y me fuerzan a elegir una de las dos, son beneficiosas para mi.
Pero llega lo importante: qué es lo más importante de las dos cosas?
Pues ahí está mi mala suerte. Quiero algo, que implica que el otro algo no pueda ser realizado.
Me siento tan frustrada que no sé ni como expresarme, y qué mejor manera que escribiendo aquí cuatro tonterías mal escritas.

domingo, 15 de enero de 2017

Hoy me encuentro genial. Conmigo misma, con la gente que me rodea... Sobre todo conmigo misma.
No sé por qué realmente.
Ha sido de esos domingos en los que te despiertas pronto, pero no demasiado y no quieres volver a dormirte porque quieres empezar a hacer cosas productivas. Esos domingos en los que apetece estar unos minutos en la cama mirando qué ha pasado mientras tú dormías, y después quieres reunirte con tu familia.
Cuando me he levantado mis padres me han dicho que íbamos a ir a comer a casa de mi abuela. No me ha gustado mucho la idea sinceramente, pero me alegro de haber ido.
Sabes esos días cuando te sientes tan unida a tu familia? Ha sido uno de esos.
Me doy cuenta de que ahí les tengo. Que aunque la mayor parte del tiempo estoy deseando irme de casa y ser independiente, sin ellos no sería ni la mitad de feliz de lo que lo soy.
Y por no hablar sólo de mi familia, también me he parado a pensar lo mucho que quiero a mis amigos, especialmente a mis amigas, esas chicas tan especiales que siempre me están apoyando; esas que yo sé que son buenas de verdad y que realmente valen la pena.
También tengo suerte de tener algo que aunque parezca estúpido es de gran ayuda y una gran amiga para mi. La música.
No estoy acostumbrada a encontrarme tan bien como hoy, pero quiero aprovechar. Quiero acabar este día como lo merece, escuchando buena música y disfrutando lo que tengo!

martes, 10 de enero de 2017

Vacío.
Podría decir que a veces lo puedo notar.
Esas veces en las que recuerdo que te tenía y vuelvo a la realidad.
Esas veces en las que aunque me dices que me quieres yo sé que no es cómo lo hacías ese verano.
Esas veces en las que te miro a los ojos y no brillan como solían hacerlo al verme.
Esas veces en las que no me encuentro bien y nadie me da cariño como solías hacer.
No quiero llorar, te lo prometo. Sé que tú no quieres que lo haga. Pero dime, cómo quieres que no llore sintiendo este vacío.
Te puedo asegurar que te quiero, es algo de lo que estoy segura... Pero no sé hasta qué punto esto está siendo sano.
Recuerdo que me prometiste tanto. Tantas cosas.. Pero sabes qué? No te voy a echar en cara que no lo hayas cumplido. Lo hiciste enamorado y lo entiendo. Lo que no entiendo, o al menos no quiero entender, es por qué ya no lo estás. Me veo capaz de enamorarte una y otra vez, pero esta vez es diferente.
No sabes cómo me cuesta mirarte y recordar que ya no envejeceremos juntos el uno con el otro.
Cariño, no sé si romper a llorar mientras escribo esto porque una vez que empiece no voy a parar.
Cariño, de verdad no sé por qué tiene que ser todo tan difícil. Por qué no despertar mañana y verte aparecer diciéndome que estás enamorado de mi. Que todo ha sido un sueño, y que ya era hora de despertar...

Tengo muchas más cosas que decir, para serte sincera. Simplemente creo que ya las sabes. Y, aunque es muy probable que no lo leas, te quiero.

Te quiero mucho. Desgraciadamente demasiado.

Malditas opiniones

Hay personas y personas, y por lo tanto variedad de opiniones.
Entonces, hay personas a las que les importa las opiniones de la gente, y otras a las que le es indiferente.
Y lo admito. Yo soy una de las personas a las que le importan las opiniones ajenas.
Realmente, más que importarme, las opiniones me influyen. Intento evitarlo, que no me suceda y que simplemente dejen de pasar fugazmente por mi cabeza opiniones y juicios. Me encantaría que no me molestara ninguna opinión con la cual no estoy de acuerdo, o sencillamente se ve mejor desde mi perspectiva. Intento que, aún sabiendo que una persona me hace bien de la manera que sólo yo sé, en el momento que alguien dude de ello o me juzgue no me moleste ni me frustre.
Y me estoy dando cuenta ultimamente que tengo miedo a muchas cosas. Entre ellas a ese momento en el que toca tomar una decisión. Ese momento en el que hay un coste de oportunidad de por medio, y que en la mayoría de casos cuando hay que tomar una decisión siempre alguien saldrá perjudicado.
Y por qué tengo miedo a eso?
Porque me vienen bien los consejos de las personas, y al mismo tiempo me hacen dudar más.

También me he dado cuenta de que no sé muy bien lo que quiero.

Aunque siempre es genial ser impredecible. Al menos en mi opinión.

Siete años después

 Venga, tonta. Que ya pasó aquella pesadilla tuya.  Aquella pesadilla constante, en la que él no estaba enamorado de ti, en la que nunca vol...