Janie se sumerge en el beso. Cierra los ojos y desliza la mano hacia su hombro. Los dos exploran sus bocas por un momento, con dulzura. Cable hunde los dedos en su pelo y la acerca aún más hacia sí. Pero antes de que vayan más allá, Janie se separa. Tiene la sensación de que sus miembros son de goma.
-Mierda...
Él sonríe perezosamente, sus labios aún están húmedos.
-¿Sí?
-Besas mejor de lo que imaginaba. Mejor incluso que...
-No-la corta Cabel-. No, no, no. Ni se te ocurra decirme que has estado allí.
Janie se muerde el labio.
-Bueno tal vez si dejaras de dormirte durante Aula de estudio, ahora no tendría referencias.
La cazadora de sueños.
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